Prevención de la litiasis renal

Prevención de la recurrencia de la litiasis renal

Algunos pacientes que han tenido litiasis renales o ureterales pueden formar más litiasis en el futuro. Después de que su litiasis haya sido tratada o expulsada, podemos determinar si tiene un alto riesgo de recurrencia. Para ello necesitamos un análisis de la litiasis, de sangre y de orina antes de dar un tratamiento.

Si el riesgo de recurrencia es bajo, cambios en su estilo de vida puede ser suficiente para disminuir el riesgo de formar otra litiasis.

BEBA MAS

  • Beba al menos de 2,5 a 3 litros cada día.
  • Beba frecuentemente a lo largo del día.
  • Elija bebidas de pH neutro como el agua o la leche.
  • Mida cuanto orina, debe ser al menos de2 a 2,5 litros al día.
  • Monitorice el color de su orina, ha de ser clara.
  • Beba más si vive en un clima caluroso o hace ejercicio físico.
  • Asegúrese de que su dieta contiene suficiente cantidad de calcio (sobre 1.000 mgr/día). Sea cuidadoso con los suplementos de calcio.
  • Reduzca la cantidad de sal en su dieta (no más de 3-5 gramos/día).
  • No coma mucha proteína de origen animal, especialmente carnes de animales jóvenes. Coma más proteína de origen vegetal coma aguacates, coliflores o guisantes.
  • Mantenga un peso saludable (su índice de masa corporal ha de estar entre 18-25 Kg/m2).

ADAPTE SU DIETA

  • Haga una dieta equilibrada y variada.
  • Coma muchos vegetales, fibras y frutas (especialmente cítricos).
  • Pruebe a comer alimentos bajos en oxalatos como huevos, lentejas, arroz blanco, manzanas peladas, uvas, coliflor, calabacín, etc.

HABITOS SALUDABLES

  • Haga ejercicio físico 2-3 veces a la semana.
  • Evite el estrés.

EVALUCION METABOLICA

Si Ud. tiene un alto riesgo de formar más litiasis, puede ser necesario realizar un estudio metabólico. Pueden ser necesarios una serie de análisis de sangre y orina para determinar la necesidad de algún tratamiento adicional.

litiasis renal

Lo que usted debe saber sobre las piedras en los riñones

¿Qué es la litiasis renal o cálculos renales?

La litiasis renal es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de cálculos (cuerpos sólidos formados por la agregación de minerales) en el aparato urinario superior (riñones y uréter). Los cálculos renales se forman dentro del riñón a partir de las sustancias que están en la orina. Pueden quedarse en el riñón o desprenderse y bajar por los conductos urinarios. Si el tamaño de la piedra o cálculo es muy pequeño, puede eliminarse con la orina sin causar síntomas, pero si el tamaño es suficiente queda  atrapada en los uréteres, en la vejiga, o en la uretra.

La forma más frecuente de expresarse la enfermedad es el cólico nefrítico: aparece cuando un cálculo se desprende o se rompe y queda atrapado en las vías urinarias. Al dificultar o impedir el flujo de  orina desde el riñón a la vejiga, aumenta la presión dentro de los conductos urinarios, lo que activa las terminaciones nerviosas de la mucosa y provoca dolor.

Los cálculos renales suelen ser de calcio, y con menor frecuencia de magnesio, de ácido úrico o de cistina, en dependencia de las enfermedades o causas a los que se asocian.

Es un problema de salud frecuente, hasta el 4,6 % de los españoles lo padecen.

¿Por qué se producen los cálculos renales?

En la mayoría de los casos no se identifica la causa ni hay enfermedad  que explique la producción de los cálculos renales, y en muchos casos, se detecta su presencia al realizar  una radiografía u otras pruebas por otros motivos. Son poco frecuentes los casos en los que los cálculos renales son secundarios a otras enfermedades, como el hiperparatiroidismo, la cistinuria, algunos tipos de cánceres, el abuso de laxantes o por infecciones repetidas del tracto urinario. También algunos medicamentos  pueden facilitar la producción de cálculos, como algunos diuréticos y antiácidos, por lo que debe informar al médico sobre todos los medicamentos que utilice en caso de presentar cálculos renales.

Existe mayor predisposición a padecer cálculos en personas con antecedentes familiares de litiasis renal, enfermedades óseas, gota, infecciones urinarias  repetidas, litiasis en la infancia o cólicos nefríticos  anteriores . En los casos en los que se repiten varias veces los cólicos nefríticos, el médico le realizará más pruebas para descartar la posibilidad de que exista alguna de estas enfermedades.

¿Cuáles son los síntomas?, ¿Qué es un cólico renal o nefrítico?

La litiasis renal se manifiesta clínicamente como cólico nefrítico. El cólico nefrítico se caracteriza por  un  dolor repentino y cólico (que va y viene) en la región lumbar, unilateral, severo y que se irradia hacia las ingles o los genitales. También puede presentarse como dolor abdominal de inicio agudo y de menos de 12 horas de evolución. El dolor no mejora con el reposo y, con mucha frecuencia, se acompaña de náuseas y vómitos, y con la sensación de necesidad de orinar con mucha frecuencia, pero orinando muy poca cantidad. A veces, con presencia de sangre en la orina.

El diagnóstico se realiza por los síntomas  clínicos y el análisis de la orina en laboratorio o con tiras reactivas en la propia consulta. Es importante, en caso de padecer un cólico, filtrar la orina para obtener los cálculos que se expulsen y realizar un análisis de su composición.

Después de tratar el dolor que provoca,  el médico puede indicar la realización de  pruebas radiográficas para  el estudio de las vías urinarias.

¿Cómo se trata?

El tratamiento del cólico nefrítico agudo va dirigido a controlar el dolor con Diclofenaco o Ketorolaco. En caso de complicaciones o cuando el cólico se presenta en personas con otras enfermedades graves, embarazadas o con un único riñón funcionante, puede ser necesario el ingreso en el  hospital.

En general, en los pacientes con litiasis renal en los que se evalúa que hay una alta probabilidad de expulsión espontánea, y en los que los síntomas puedan ser  controlados, no son  necesarias más que la observación y la  evaluación periódica.

Las recurrencias de la litiasis son frecuentes. En los siguientes 5 años, se produce un segundo cálculo en el 35-50% de los casos, y en el 65% en los siguientes 10 años.

En pacientes con litiasis renal y cólicos frecuentes, se aconseja adoptar medidas de prevención de las recurrencias:

  • Beba más agua, hasta 2,5 litros de agua al día, ya que agua ayuda a eliminar las sustancias que facilitan la formación de los cálculos.
  • Siga las recomendaciones de dieta que le de su médico. En dependencia del tipo de piedra puede  indicársele  la ingesta restringida  de algunos tipos de alimentos. Por ejemplo, si es de ácido úrico, puede estar recomendada reducción de la ingesta de carne, en especial de carnes rojas, de caza y vísceras. En los pacientes con cálculos renales de oxalato cálcico puede ser necesario reducir la ingesta de sal, y de alimentos ricos en oxalatos, como la remolacha, el nabo, las espinacas, las endivias, las acelgas, el té o el cacao.
  • En algunos casos pueden recetarse medicamentos para prevenir, o evitar, que se  formen piedras de calcio y de ácido úrico.

Cuando persisten los cálculos en el sistema urinario y no pueden ser eliminados, puede ser necesaria su extracción, por  distintos procedimientos:

  • Litotricia (litotricia extracorpórea por ondas de choque): mediante la aplicación de ondas de choque, se tritura el cálculo renal, permitiendo su eliminación con la orina. Es una intervención que no requiere cirugía.
  • La llamada técnicamente nefrolitotomía percutánea, que consiste en la extracción del cálculo  a través de una pequeña incisión en la zona lumbar.
  • Por medio del ureteroscopio, tubo largo y fino que se introduce a través de la uretra, vejiga de la orina y uréter, se llega hasta la ubicación de la piedra para pinzarla y extraerla.

 

rinones

Casi diez millones de españoles tendrán piedras en el riñon en 2030

La litiasis sigue siendo una de las principales dolencias que sufren los españoles, ya que este problema afecta aproximadamente a mas de cuatro millones de personas en España. Los expertos piensan que esta cifra se duplicará en los próximos 20 años debido al abandono de la dieta mediterránea y al sedentarismo.

Esta dolencia es frecuente en personas de entre 30 y 40 años, y existe otro pico de incidencia entre los 50 y los 60, y la mayoría de los casos son diagnosticados cuando el paciente acude al servicio de urgencias con un cuadro de cólico nefrítico, que se manifiesta con un intenso dolor punzante en la zona lumbar, necesidad de orinar con frecuencia y escozor, o con la presencia de sangre en la orina.

La dieta y el estilo de vida son dos factores determinantes en la formación de piedras. Existen determinadas zonas donde es más frecuente, como es el caso de las Islas Baleares. El doctor Juan A. Galán, coordinador del Grupo de Litiasis de la AEU, comenta que «el tipo de alimentación y los hábitos actuales están incrementando el número de casos, que además ya se ha igualado entre hombres y mujeres». Y es que esta tendencia es mucho mayor en países con mayor nivel socioeconómico, donde no hay falta de alimentos y en la que el ritmo de vida no facilita la práctica regular de ejercicio físico.

«El consumo en exceso de sal, los hidratos de carbono refinados y los alimentos con proteínas de origen animal y ricos en oxalato, presentes en los frutos secos, el chocolate, el té y el café» según Galán son algunos de los nutrientes que favorecen la aparición de piedras. Por el contrario, estudios recientes han demostrado que la ingesta de lácteos no sólo eleva el riesgo de aparición de litiasis sino que las personas que consumen leche y queso presentan menos cálculos de calcio.

Los expertos aconsejan someterse a un estudio preventivo que consiste en una sencillo análisis de sangre y orina para determinar los parámetros alterados, lo que permite prevenir el cálculo a tiempo y de forma más adecuada. De los que necesitan tratamiento, alrededor de un 70% opta por la litotricia extracorpórea por ondas de choque, que sigue siendo la técnica de elección para le tratamiento de esta patología.

En los últimos años se han producido avances en el tratamiento con la introducción del láser de holmio que permite la fragmentación directa del cálculo con la aplicación de una delgada fibra. Las técnicas de diagnóstico por imagen, como la Tomografía Axial Computarizada (TAC) permiten conocer la composición de las piedras antes de decidir que tratamiento es el más apropiado.